Ruta turística del Cid
Cantar I




El Cid fue desterrado por el rey cuando se le acusó falsamente de falta de honradez por quedarse unos tributos que pertenecían al Estado. El Cid partió con algunos vasallos que se mantuvieron fieles a él, aunque por órdenes del rey no podían, ni siquiera, dirigirle la palabra. El protagonista se ve forzado a dejar a su esposa Jimena y a sus hijas Elvira y Sol en el monasterio San Pedro de Cardeña. El Cid campeador parte con la promesa de que regresará a por ellas y que casará a sus dos hijas con honra. En su partida, el Cid y sus acompañantes tuvieron un camino lleno de batallas contra los moros, conquistando reinos para su rey, además acumularon muchos botines que enviaban de vuelta a casa. En una ocasión, Don Ramón de Berenguer, que estaba ofendido por el saqueo del Cid en la tierra aragonesa, lo reta en una batalla. Don Ramón sale vencido y es encarcelado, y se declara en huelga de hambre durante tres días, hasta que es puesto en libertad debido a la misericordia del Cid.